Danilo Medina se queja de todo, Leonel FernĆ”ndez se queja de todo y se queja de sus propias quejas, los voceros de la oposición no paran de quejarse porque es parte de su ejercicio lingüĆstico diario.
En las redes sociales, si no hay quejas, no hay audiencia; en las calles siempre hay quejas, en los baños públicos, no se mea sin quejarse, en las entrevistas televisivas y radiales, sin quejas, no hay vida.
Muchos lideres polĆticos, sancionados por una gran mayorĆa del pueblo, que no olvidan sus fechorĆas cuando tuvieron el poder en sus manos, tienen un discurso donde las quejas a veces caen en lo ridĆculo y estĆ”n totalmente fuera de contexto.
Maestro del cine negro
Por ejemplo, mientras 9 aeropuertos de Europa suspendieron miles de vuelos por un ciberataque a los sistemas de navegación y de control de pasajeros, aquĆ sucedĆa lo mismo.
Pero Leonel FernĆ”ndez se queja por el desprestigio que ese apagón representa para la imagen del paĆs y, obviamente, culpa el gobierno. Mierda, que maestro del cine negro.
Definitivamente, podemos estar entre los primeros 5 paĆses del globo donde mĆ”s quejas se oyen. ¿Y saben porque esas quejas son inocuas? Por quĆ© a los dominicanos ya es difĆcil cogerlos de pendejos.

Sin embargo, los venezolanos, haitianos, ecuatorianos, bolivianos, nicaragüenses y cubanos, no se quejan tanto. Los palestinos, sirios, ucranianos, somalĆes, libaneses, israelĆes, congoleƱos, iranies, rusos, sudaneses, nigerianos, nepalĆes, rara vez de quejan.
La palabra queja, no existe en China, aunque sus problemas son tan grandes como sus megaproyectos. Tampoco existen quejas en muchos paĆses de Asia donde es un delito contra el sistema polĆtico.
¿Saben lo bueno que tiene Republica Dominicana? Que todos pueden quejarse con total libertad, sin ser perseguidos ni amenazados.
En muchos de los paĆses mencionados, no hay quejas porque quejarse implica cĆ”rcel y hasta asesinato. En Cuba, el gobierno acaba de advertir que el que se queje por la falta de energĆa, corre el riesgo de sufrir 10 aƱos de cĆ”rcel.
En Nicaragua, hay dos presidentes de la repĆŗblica, donde es difĆcil saber cuĆ”l de los dos es mĆ”s sinvergüenza e inmoral y la queja estĆ” prohibida hasta en las casas de familia. Y el iletrado Maduro, gobierna Venezuela creyendo que es un presidente electo segĆŗn un pajarito que se lo dice al oĆdo.
Ahora resulta que, en Estados Unidos, llamado el “paladĆn de la democracia y la justicia”, el presidente Trump amenaza con cerrar los programas de televisión que expresen quejas por su gestión o desacuerdo con sus polĆticas. Ya comenzó con uno de los programas mĆ”s populares del paĆs. “Make America Great Again”, pero sin quejas.
Disfrutemos las quejas con libertad y mantengamos la paz y tranquilidad, que nos hacen un paĆs atractivo para el resto del mundo. Los turistas a veces se quejan y debemos atenderlo bien para que vuelva

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