Reflexiones sobre la estupidez humana

 


POR MILCIADES ENCARNACION

Que esta ocurriendo en este paĆ­s y en especial en este pueblo nuestro, que algunos de  los que hablan por micrófonos y suben algunas vainas por Facebook, se han creĆ­do la ultima coca cola del desierto, irrespetando a todos los ciudadanos, en especial a funcionarios y a profesionales, que tienen y han tenido niveles importantes de respeto, personal, moral, y que por demĆ”s han tenido y tienen respeto por los ciudadanos comunes y de a pies, que somos la gran mayoria.

Se han anclado en gremios, e instituciones y en sus propios nombres de brabucones, que aunque profesan ser respetuosos de la democracia de de labios, se portan peores que viejos caudillos de la dĆ©cadas de los 80,perpetrandose en un secuestro de dichas instituciones, que aunque nada hacen ni han hecho, ni harĆ”n por dichos gremios, siguen poniĆ©ndoles sus marcas, acreditĆ”ndose el derecho de propiedad de los mismos, aunque  nunca han funcionado en favor del interĆ©s colectivo, sino personal.  

Filósofos como Aristóteles y Nietzsche han reflexionado sobre la naturaleza de la estupidez. o el borreguimo colectivo,  Aristóteles la considera no solo como falta de conocimiento, sino como falta de sabidurĆ­a, mientras que Nietzsche la ve como una resistencia a aprender de los errores.

La «estupidez de las masas», como la describe Gustave Le Bon, se refiere a cómo los individuos pueden actuar de manera irracional cuando forman parte de un grupo, perdiendo su capacidad de juicio crĆ­tico.

Comprender las causas de la estupidez y sus consecuencias es crucial para evitar repetir errores del pasado y fomentar un pensamiento crítico en la sociedad. La reflexión sobre la estupidez o el borreguimo, puede ser un primer paso hacia la mejora y el crecimiento personal y colectivo. Ello así porque los pueblos, colectivamente, siempre han sido víctimas de la estupidez. Por ejemplo, en los tiempos de Poncio Pilato, era una costumbre que el gobernador, durante la fiesta de la Pascua, liberara a un prisionero a elección de la gente. En este contexto, el gobernador Poncio Pilato le dio al pueblo a elegir entre BarrabÔs, un criminal convicto, y Jesús. El pueblo, instigado por los líderes religiosos, pidió la liberación de BarrabÔs y que Cristo fuese crucificado. Es historia decir, que Poncio Pilato se lavó las manos, Tal como hizo José María Aznar después que apoyó la guerra de Estados Unidos contra Irak.

El mÔs del millón de muertos que causó esa guerra y la destrucción total de Irak, fue fruto de la estupidez y la perversidad de hombres como ese español de las tinieblas.

En los tiempos de la Inquisición, la gente del pueblo (muy estĆŗpida, harapienta, hambrienta y oprimida) asistĆ­a en masa a presenciar con alegrĆ­a la quema de personas que eran tachadas de herejes por el poder eclesiĆ”stico jerĆ”rquico.    La Primera y Segunda Guerra Mundial fueron posibles porque unos pueblos estĆŗpidos se dejaron envolver por la oratoria perversa de lĆ­deres malvados.

En este tiempo, los argentinos se han equivocado medio a medio al elegir a un estĆŗpido como Gabriel Milei. En Europa, sus lĆ­deres (todos estĆŗpidos) estĆ”n enrumbando a la Unión Europea hacia el caos y la destrucción total. Actualmente, tambiĆ©n los Estados Unidos estĆ”n en camino a la destrucción por causa de lĆ­deres demócratas y republicanos estĆŗpidos. Es una estupidez apoyar el genocidio que BenjamĆ­n Netanyahu estĆ” llevando a cabo en la Franja de Gaza.   Fue una estupidez de los demócratas tratar de destruir a Rusia usando a Ucrania como punta de lanza. Es una estupidez de los europeos participar en una guerra que los destruye a ellos mismos. Fue una estupidez de Trump nombrar a Marco Rubio secretario de Estado.  Es una estupidez la guerra desatada contra Venezuela. En sus estĆŗpidas polĆ­ticas, lo que han hecho es formar un bloque que resulta mĆ”s poderoso que los Estados Unidos.  Me refiero al bloque ShanghĆ”i, que reĆŗne a Rusia, China, la India, Corea del Norte y a otras naciones. Esto, sin nombrar el grupo de los BRICS.

En general, millones de personas estĆŗpidas son estafadas por sus lĆ­deres religiosos y polĆ­ticos.   Y muchos pueblos latinoamericanos se estĆ”n equivocando cuando eligen de presidentes a individuos que, una vez en el poder, obran como tĆ­teres de poderes extranjeros y de las oligarquĆ­as locales, lo que se repite en gremios locales,regionales nacionales e internacionales, lo que ampliaremos en una segunda entrega.


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