La gestión de Santiago Hazim llevó al Seguro Nacional de Salud (SENASA) de los más altos estándares de calidad internacional a una de las peores crisis administrativas en su historia reciente.

La aseguradora estatal, que por años fue modelo de eficiencia en el sistema de salud dominicano, terminó envuelta en un escándalo por presuntas irregularidades que, según el Ministerio Público, representan una estafa superior a 15 mil millones de pesos (RD$15,000 millones).
En poco más de 20 años desde su creación, SENASA había consolidado un alcance social sin precedentes, beneficiando a 7,607,006 afiliados. Sin embargo, la acusación de una presunta mafia interna, supuestamente encabezada por Hazim, habría significado un grave atentado contra esa estructura de protección social.
SENASA surgió con la Ley 87-01, que creó el Sistema Dominicano de Seguridad Social, y rápidamente se convirtió en un referente regional. En el año 2012 obtuvo la certificación ISO 9001:2008, convirtiéndose en la primera ARS pública en recibir este aval. Más adelante, en 2018, actualizó su sistema de gestión a la versión ISO 9001:2015, reafirmando su compromiso con la mejora continua.
En 2015 recibió la Medalla de Plata del Premio Iberoamericano a la Calidad, otorgado por la Fundación Iberoamericana para la Gestión de la Calidad (FUNDIBEQ).
Su mayor reconocimiento llegó en 2020, al convertirse en la única ARS en recibir el Oro del Premio Iberoamericano de la Calidad, un galardón que fue entregado oficialmente en Andorra en 2021 durante un acto encabezado por el Rey Felipe VI.
El Ministerio Público sostiene que este panorama de logros comenzó a deteriorarse a partir de la designación de Santiago Hazim, lo que marcó un retroceso en la gestión de la institución.
La caída: denuncias, auditorías y colapso financiero
La crisis se hizo evidente en julio de 2025, cuando el Colegio Médico Dominicano alertó sobre atrasos en los pagos a médicos y centros privados desde septiembre de 2024.
También se registró la suspensión temporal del servicio de entrega a domicilio de medicamentos, una medida que afectó a miles de afiliados.
En ese mismo período, la Cámara de Cuentas reveló que tenía una auditoría en curso y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SISALRIL) anunció una auditoría técnica adicional.
La situación fue aprovechada por sectores opositores, que acusaron al Gobierno de llevar a SENASA al borde de la quiebra.
En agosto, ante la gravedad de las denuncias, el Poder Ejecutivo destituyó a Hazim.
Para estabilizar la institución, el Consejo Nacional de Seguridad Social aprobó una inyección financiera de RD$6,000 millones.
Todo culminó cuando el presidente Luis Abinader ordenó entregar a la Procuraduría General de la República un expediente con hallazgos graves de irregularidades cometidas en SENASA.
Actualmente 10 individuos sometidos por ante la Justicia por fraude al Senasa, denominado: Operación Cobra. Estos son: Santiago Hazim, Gustavo Enrique Messina Cruz, Germán Rafael Robles Quiñones, Francisco Iván Minaya Pérez, Eduardo Read Estrella, Cinty Acosta Sención, Rafael Luis Martínez Hazim, Ramón Alan Speakler Mateo y Heidi Mariela Pineda Perdomo
HISTORIA DE SENASA

SENASA nació como una institución pública autónoma, responsable de administrar los riesgos de salud de los afiliados del régimen subsidiado, los pensionados de la Dirección General de Pensiones y los asegurados del régimen contributivo del sector privado. Su acreditación inicial fue otorgada en 2002 por la SISALRIL y en 2005 recibió su habilitación definitiva.
Con el paso de los años se consolidó como la ARS más grande del país, cubriendo más del 70 % de la población dominicana. Esta red incluía más de 7,812 médicos independientes, distribuidos a nivel nacional. También integraba 301 clínicas privadas, con servicios disponibles para los diferentes regímenes.
Formaban parte de su estructura 460 centros especializados, dedicados a áreas médicas específicas, además de 147 laboratorios clínicos. La disponibilidad de servicios de diagnóstico se reforzaba con más de 50 centros de imágenes, que ofrecían estudios de rayos X, tomografías y resonancias.
A su vez, los afiliados contaban con el apoyo de 979 farmacias para la adquisición de medicamentos. La red hospitalaria incluía 185 hospitales, sumados a 103 centros de atención primaria encargados de los servicios de salud preventiva y seguimiento de casos.
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